Antes de la pandemia, la obligación de reportar información no financiera ya era una realidad en Europa. Se trata de la Directiva Europea 2014/95/EU para la divulgación de información no financiera e información sobre diversidad por parte de determinadas grandes empresas y grupos, implementándose desde hace algunos años y haciendo obligatorio para las empresas grandes y de interés público, la incorporación de información sobre temas sociales, ambientales y de gobierno corporativo. (ESG)
La pandemia del COVID ha puesto en evidencia la importancia de identificar, gestionar y mitigar los riesgos globales asociados al negocio, mucho más allá del tema económico, y el apetito de esta información por parte de los inversores y gobiernos esta creciendo a pasos agigantados.
A inicios del año, Larry Fink, el presidente de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo con activos bajo gestión de casi siete billones de dólares, amenazaba con penalizar a las empresas cotizadas que no tomen medidas para frenar su contribución al cambio climático. Hace un par de semanas, esta amenaza se hizo realidad. BlackRock castigó a más de 50 empresas, por su falta de avances en hacer frente al calentamiento global. ¿Cómo se castiga? En gran parte mediante la votación en contra de la reelección de directores. Entre las compañías castigadas se encuentran desde la petrolera estadounidense ExxonMobil, el grupo automotriz sueco Volvo, grupo automotriz alemán Daimler, el grupo minero de carbón estadunidense Peabody Energy y Fortum, Chevron y Air Liquide. También ha anuciado que tiene "en la mira" a otras 191.
Entonces, la responsabilidad social y la sostenibilidad, pasaron de ser temas de filantropía a ser temas estrategicos para los negocios y ha estar en el cabeza del senior level de grandes empresas, y también del sector financiero, lo que le da un nuevo orden y lógica a como se estaban llevando y reportando estos avances por parte de las empresas.
La empresa debe marcar el objetivo de promover un modelo de gobierno corporativo sostenible y abordar distintas temáticas relacionas con la gestión de los aspectos ESG, incorporando tendencias relacionadas con los asuntos más relevantes para el sector, compartir información y asegurar trazabilidad y transparencia.
La pregunta es si el reporting de información extra financiera, llegará a México y a LATAM en los próximos años, como parte de las tendencias globales y los requerimientos de cumplimiento de cadena de suministro y la sociedad en general.
Aunque se puede percibir como una nueva exigencia, esto supondría una verdadera evolución en la fase en la que las empresas mexicanas se encuentran actualmente en términos de responsabilidad social, pues representa un compromiso mayor con la transparencia y la rendición de cuentas, con la divulgación de la información y verdaderamente pasar de informar lo ¿que hacemos?, a ¿cómo y porqué lo hacemos?.
Comunicar de manera abierta, veraz y con una metodología concreta nuestro impacto, es un tema pendiente en las empresas de México, pues a pesar que hay más de 1,900 empresas con reconocimientos públicos en diferentes ámbitos de la responsabilidad social, existen menos de 100 empresas que emiten su memoria de sostenibilidad (o informe integrado) bajo el estándar internacional para la elaboración de memorias, el GRI (Global Reporting Iniciative).
Más que una obligación, el reporte de sostenibilidad representa una nueva forma de comunicar de manera transparente los avances logrados y los retos por abordar, de una forma comparativa con nuestro sector, de manera veraz.
La transparencia y comunicación sobre nuestro desempeño económico, social y ambiental, representa una nueva oportunidad de posicionamiento, de credibilidad ante nuestros grupos, asumiendo un compromiso público de rendir cuentas sobre nuestras obligaciones, lo que se traduce en confianza, aumento de nuestra reputación y una percepción positiva de la sociedad y del mercado.
Adicional nuestra motivación de transparencia y rendición de cuentas con los grupos de interés, reportar informes integrados representa una serie de ventajas competitivas para las empresas que asumen este compromiso:
El mercado tiene reacciones positivas ante una empresa que emite este tipo de información.
Las empresas pueden acceder más fácilmente al capital, pues existe una clara preferencia de los accionistas por invertir en empresas responsables, que asumen su compromiso y minimizan los riesgos sociales y ambientales
La administración del riesgo es algo real para las empresas que reportan pues pueden predecir y gestionar oportunamente los riesgos asociados a la sostenibilidad del negocio.
Las empresas que reportan suelen visualizar mejora a los procesos, promoviendo la innovación y soluciones disruptivas a temas como la eficiencia energética, la gestión de residuos, el desarrollo de sus colaboradores y el impacto a la sociedad.
Se experimenta una reducción de su percepción negativa con la sociedad, al ser transparente con los temas de interés y de exigencia, mejorando así la reputación y obteniendo licencia social para operar.
En la unidad de reporting y comunicación de Maken Sustainability nos hemos especializado en incorporar las herramientas más vanguardistas e innovadoras a través de cuestionarios, assessments y toolkits internacionales para ayudar a diseñar, construir y comunicar tu estrategia de divulgación extra financiera, poniendo a disposición pública datos y contenidos de tu impacto ambiental, social y de gobierno, para atraer la atención y confianza de inversionistas, clientes y todos tus grupos de relación.
Comments